En los Juegos Olímpicos de París, cada centésima de segundo cuenta
Los nadadores que luchan por el oro en los Juegos Olímpicos de París apuestan por los bañadores de última generación como arma secreta en la piscina.
Los competidores creen que la innovación puede marcar la diferencia en un deporte en el que las medallas se deciden a veces por la punta de un dedo, aunque las pruebas no son tan seguras.
Impulsado por una tecnología inspirada en los viajes espaciales, Speedo ha producido una nueva versión de su bañador Fastskin LZR Racer, considerado el más repelente al agua de su historia.
Los mejores nadadores, entre ellos la australiana Emma McKeon, el estadounidense Caeleb Dressel y el británico Adam Peaty, lo llevarán para reducir sus tiempos hasta la centésima de segundo.
“Es mi pequeño traje cohete Speedo”, dijo Dressel, que ganó cinco medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio con una versión anterior del traje. “Tengo confianza en que el (nuevo) traje me va a ayudar”, añadió.
McKeon, que ganó siete medallas, incluidas cuatro de oro, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, calificó su nuevo atuendo de “más rápido que nunca”, ya que el agua “simplemente se desliza”.