El dolor de perder a mi familia, a mi hijo y a mi mujer es indescriptible, afirma
Redacción
WASHINGTON, EU.- Ahmed Abu Aita se encuentra frente a los escombros de lo que alguna vez fue una casa y la sede de una empresa propiedad de su familia, al este del campamento de Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza, y recuerda cómo el día desafortunadamente “inolvidable” en el que perdió a 45 personas de su familia y parientes, entre ellos su esposa, hijo, padres, hermanos y sus esposas e hijos, así como su hogar y su trabajo.
El 20 de octubre de 2023, Ahmed Abu Aita se encontró tendido en el suelo en la casa de sus vecinos, cubierto por algunos escombros como resultado de un ataque aéreo que impactó la casa de su familia y la convirtió en escombros, como relató a nuestro colega en Gaza, Ziad Taleb, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas.
Señalando la planta baja de la casa de su vecino, que también resultó dañada por el bombardeo, Ahmed añadió: «Yo estaba en las escaleras de esta zona, pidiendo ayuda, pero nadie podía oírme, ya que no había nadie en esa zona, que se considera una zona fronteriza peligrosa y a la que no pueden acceder vehículos de defensa civil ni ambulancias. Estuve dos días tirado sin que nadie pudiera llegar hasta mí, hasta que un vecino vino a revisar la casa y oyó mi llamada».
Ahmed perdió a 37 miembros de su familia aquel día, además de los miembros de la familia de su mujer que habían sido desplazados de otras zonas, «algunos de los cuales siguen bajo los escombros».
«El dolor de perder a mi familia, a mi hijo y a mi mujer es indescriptible», afirmó.