Le dicen así porque a algunos enfermos los cura, pero a otros los mata
Redacción
CULIACÁN, Sin.- Las plantas medicinales pueden ser buenas pero el Palo del Diablo te puede mandar a la tumba, y a pesar de ello se vende en las calles de Culiacán
El Palo del Diablo de Surutato no está exclusivamente en ese lugar, hay en muchos lugares de Badiraguato y está en franjas de bosque de transición y zonas templadas de las sierras mexicanas.
Le dicen así porque a algunos enfermos “los cura, pero a otros los mata”. No debería consumirse directamente, pero a pesar de ello lo venden en las calles de Culiacán y muchas ciudades.
En la sierra de Badiraguato, camino a Surutato o en recorrido hacia los pueblos alteños, se puede encontrar como árbol común adornando el paisaje de la sierra, pero los lugareños le guardan respeto, porque dicen “si no te cura, te mata”.
Aún así lo usan para calmar los dolores en enfermos terminales de cáncer, mediante infusión del tallo después de varias pasadas por agua y hervidas para bajarle el poder tóxico.
Se trata de un árbol científicamente identificado como Bocconia arbórea, característico de México y algunas regiones de Nicaragua, Colombia y Costa Rica.
Predomina en ambientes de clima templado con influencia de lluvias. Se distribuye mayormente en zonas ubicadas a más de 800 metros de altitud.
El misterioso árbol ha sido referente de precaución y cuidado en las culturas primitivas, pero ahora se vende de manera irresponsable por “milagreros” en las calles sin prever las consecuencias.
Algunos nombres que recibe, según la Enciclovida de Conabio son: Palo del Diablo, Palo de Judas, Árbol de Judas, Palo llora sangre, Pata de león, Sangre de Toro, Mano de león, Chicalote, Chicalote de árbol y Hediondilla.
En algunas lenguas nativas es conocido como: Tlacoxihuatl (Náhuatl); Inguandén (Tarasco); Capul, Chicacote, Cococxihuitl, Cocoxihuitl, Cuachile, Enguambe, Enguambo, Enguanche, Enguande, Engüemba, Inguande, Inguán, Inhuambo, Jauque, Jediondilla, Palo dapaxi, y Tlacōxihuitl.
¿QUÉ TIENE DE RARO EL PALO DEL DIABLO?
Su capacidad tóxica se debe a que está cargado de alcaloides, ya que pertenece a la familia de la papaveráceas (a esa familia pertenece la amapola).
Los estudios científicos (realizados a las partes del árbol) revelan la presencia de alcaloides en tallos, hojas y frutos, y en la corteza del tallo.
Se define que la corteza se caracteriza por la presencia de una mezcla de alcaloides llamada boconina. Forma por boconietrina, boconiclorina, boconiyodina, boconixatina, cheletrina, alocritapina y protapina, según texto de En Medicina tradicional Mexicana.
Los usos medicinales menos peligrosos son los que no requieren de la ingesta. En el estado de Morelos usan el jugo, que escurre de las hojas, para eliminar verrugas aplicando la savia del tallo o del peciolo de la hoja sobre la verruga y la cubren con polvo de hojas molidas del mismo árbol.
La Sociedad Farmacéutica de México lo refiere como anestésico local, entre otras atribuciones la Sociedad Mexicana de Historia Natural lo cita como tetanizante, toxico y analgésico.
En 1890 el botánico estadounidense Sereno Watson describió a Bocconia arborea en la publicación Proceedings of the American Academy of Arts and Sciences.
Otros autores atribuyen propiedades medicinales, pero no citan trabajos científicos que lo respalden y no advierten de riesgos para la salud de los consumidores.
Hay grupos de comerciantes ambulantes que han hecho de la rareza del Palo del diablo un mercado “milagrero” para todas las enfermedades, y hacen viajes itinerantes por ciclos cortos a otras ciudades, evitando reclamaciones. Siempre hay que tener cuidado de lo que se consume.
Por estas razones, cuando visites Surutato o la región alta de Badiraguato, disfruta de las plantas como componente estético del paisaje y su valor biológico. Es más importante disfrutar el viaje, y deja que el Palo del diablo o el Palo de Judas haga su función en la naturaleza y no en ti.
Con información de Tus Buenas Noticias