En varios países esperan que la temperatura supera los 40°C hoy miércoles
Redacción
CIUDAD DE MÉXICO.- Casi toda Europa quedó cubierta ayer martes por una masa de aire caliente que llegó desde África, provocando una ola de calor inusual en esta época del año, que hace temer que se repitan situaciones como la vivida en Francia en 2003, cuando fallecieron 15 mil personas en apenas 15 días.
La agencia Météo-France dijo que esta racha de calor no tiene precedentes, para un mes de junio, desde 1947 por su intensidad. Los expertos prevén que el termómetro siga subiendo hoy miércoles, hasta superar los 40 °C en varias localidades del este y del centro de Francia, como Besanzón, Clermont-Ferrand o Lyon, y que se extenderá hasta finales de semana, al menos en el sureste del país.
En Alemania, donde hoy miércoles se prevén valores de hasta 40 grados, las autoridades han introducido límites de velocidad en dos autopistas en el este del país, ante el peligro de dilatación del asfalto y el aumento del riesgo de accidentes. Asimismo, las altas temperaturas y la sequía han aumentado el peligro de incendios forestales, sobre todo en el noreste de Alemania.
En Bélgica, las altas temperaturas que se registran desde el pasado domingo, han puesto en alerta naranja al país. Esta situación ha llevado a las autoridades a suspender en Bruselas, Amberes y Ostende los paseos en carros tirados por caballos con el fin de proteger a los animales.
Italia, país más acostumbrado a las altas temperaturas, registra valores “insólitos” que no se vivían desde hace más de un siglo en el norte del país, según los expertos. Así, entre el miércoles y el viernes se prevé que los termómetros alcancen los 43 grados en ciudades como Alessandria o los 40 en Milán.

ONU alertan por un ‘apartheid climático’
El mundo va camino del “apartheid climático”, donde los ricos compran su vía de escape de los peores efectos del calentamiento global, mientras los pobres son los más perjudicados, según un informe de Naciones Unidas publicado ayer martes.
El informe, presentado en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por su relator especial sobre la extrema pobreza, Philip Alston, dijo que se supone que las empresas deben desempeñar un papel vital en la lucha contra el cambio climático, pero que no se puede confiar en ellas para que cuiden de los pobres. “Una dependencia excesiva del sector privado podría conducir a un escenario de apartheid climático en el que los ricos pagarían para escapar del calentamiento global, el hambre y los conflictos, mientras que el resto del mundo sufriría”, escribió.
Alston citó a los neoyorquinos que quedaron atrapados sin electricidad ni atención sanitaria cuando el huracán Sandy azotó la ciudad en 2012, mientras que “la sede de Goldman Sachs estaba protegida por decenas de miles de sacos de arena y contaba con electricidad de su generador”.
Confiar exclusivamente en el sector privado para protegerse de las condiciones meteorológicas extremas y de la subida del nivel del mar “casi garantizaría violaciones masivas de los derechos humanos, con los ricos atendidos y los más pobres abandonados”, escribió. “Incluso en el mejor de los casos, cientos de millones se enfrentarán a la inseguridad alimentaria, la migración forzada, las enfermedades y la muerte”.
Su informe critica a los gobiernos por hacer poco más que enviar funcionarios a conferencias para hacer “discursos”, a pesar de que los científicos y los activistas del clima han estado dando la voz de alarma desde la década de 1970.
“Treinta años de convenciones parecen haber hecho muy poco. De Toronto a Noordwijk, de Río a Kioto a París, el lenguaje ha sido notablemente similar a medida que los Estados continúan dando tumbos”, escribió Alston.
Con información de El País





