Comercios cerrados, baja circulación de transporte, servicios de taxis casi nulos, hasta los ambulantes desaparecieron en algunas calles
Jorge Quevedo
NAVOLATO, Sin.- La escalada de violencia registrada en Culiacán la tarde-noche de ayer pegó incluso este viernes en la sensación de inseguridad.
Comercios cerrados, baja circulación de transporte, servicios de taxis casi nulos, hasta los ambulantes desaparecieron en algunas calles.
Navolato depende en medida de médicos, enfermeras y personal administrativo que radican en Culiacán. Muchos de ellos no asistieron por el temor de ser alcanzados por las balas en medio del camino.
Calles con baja afluencia vehicular, nada es normal para muchos ciudadanos que como padres tuvieron que cuidar de sus hijos al no enviarlos a la escuela pensando en repercusiones de inseguridad.
Las escuelas parecen vivir de día la noche de Halloween por adelanto. Todo es miedo. Aunque de manera oficial la Secretaría de Educación Pública y Cultura suspendió clases para todas sus modalidades y niveles sólo en Culiacán, lo mismo aplicó en este municipio de manera extraoficial.
Esquinas, calles, en la plazuela, el comentario es el mismo: balaceras en Culiacán. Desde ayer la iglesia Católica suspendió actividades en sus templos. Misas, liturgias y catecismos, todo fue cancelado.
