Cuya forma está inspirada en el ajolote, es transparente, lavable, fácil de colocar y permite la filtración de hasta el 95 por ciento de las partículas aéreas
Redacción
GUADALAJARA, Jal.- El repunte en México de los casos reportados por contagio de la covid-19 obliga a reforzar las medidas de prevención y distanciamiento social y el uso de mascarillas no médicas sigue siendo una de las principales recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para limitar la propagación del virus SARS-CoV-2.
Durante el periodo de Verano 2020, un grupo de estudiantes de las carreras de Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica y de la Licenciatura en Diseño liderado por Miguel Huerta Gutiérrez, profesor del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU) del ITESO, desarrolló Brankia, cubrebocas incluyente, mismo que estará listo para su distribución en enero de 2021.
Tras exhaustivas pruebas relacionadas a la eficiencia de materiales, ergonomía y sustentabilidad, el equipo propone un cubrebocas transparente, lavable, fácil de colocar y diseñado para ajustarse a la ergonomía del promedio mexicano. Además, el dispositivo obliga a quien lo porta, a utilizar ambas manos para su colocación, evitando que la persona se toque la cara durante el proceso.
Este cubrebocas, que se encuentra en etapa de producción piloto, será un obsequio para quienes hayan egresado este año de licenciaturas o posgrados del ITESO, y será entregado durante las Ceremonias de terminación de estudios que se realizarán, en grupos muy reducidos, del 9 al 19 de diciembre.
El cubrebocas Brankia no necesita de las orejas como soporte, por lo que resulta mucho más cómodo que los cubrebocas que ya conocemos; además que esta mascarilla no provoca que los lentes se empañen.
El origen de Brankia
Bankia está elaborada a partir de PVC flexible y cuenta con dos filtros intercambiables que retienen hasta el 95 por ciento de las partículas aéreas que, para su uso óptimo, estos filtros deben reemplazarse cada 72 horas, explica Miguel Huerta Gutiérrez, profesor líder del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) Diseño e ingeniería de objetos para la mitigación y combate de desastres y contingencias.
A diferencia de la mayoría de las mascarillas disponibles en el mercado, el cubrebocas Brankia no necesita utilizar las orejas como soporte, por lo que resulta “mucho más cómodo que los cubrebocas normales”. Otro diferenciador es que no provoca que los lentes se empañen.
“El producto será de manufactura local, lo cual reduce la huella de carbono porque no tendremos que preocuparnos por la transportación”, añade el profesor y comenta que se trata de una de las pocas mascarillas elaboradas en México y el primero transparente.
“Ha habido interés de muchos países por comercializarlo. Es un producto que llegó para quedarse”, afirma Miguel Huerta. En una próxima etapa, el cubrebocas aspirará a obtener los máximos niveles de certificación para que se apto para su uso en el sector médico.
Además del cubrebocas, el paquete incluye dos portafiltros, dos bandas elásticas y tres pares de filtros. Por separado podrán adquirirse filtros adicionales a bajo precio.
El logotipo de Brankia hace alusión al ajolote, animal endémico de México. Toda la imagen fue desarrollada por Paulina Gutiérrez Hernández, egresada de la carrera de Diseño del ITESO.
Con información de Cruce
