El bombardeo tuvo como objetivo posiciones de estos grupos proiraníes
Redacción
WASHINGTON, EU.- El bombardeo que Estados Unidos emprendió ayer por la noche en la provincia de Deir ez-Zur, en el este de Siria, habría dejado 22 muertos pertenecientes a las milicias proiraníes, según reportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El Observatorio, con sede en Reino Unido y que cuenta con una amplia red de colaboradores en el lugar, indicó que el bombardeo tuvo como objetivo posiciones de estos grupos proiraníes, así como un cargamento de armas que acababa de cruzar la frontera desde Irak.
En respuesta, el gobierno de Siria aseguró que el bombardeo traerá “consecuencias” que incrementarán la tensión en la región.
“Siria condena en los términos más enérgicos la agresión estadounidense contra su soberanía, que va contra las leyes internacionales y la carta estatutaria de la ONU, (…) y alerta de que esta agresión traerá consecuencias“, dijo el ministerio sirio de Exteriores en un comunicado difundido por la agencia oficial siria, SANA.
Llamó a Estados Unidos a cambiar su “estrategia agresiva” en su contra, así como a dejar de violar su soberanía y de “apoyar” a grupos “terroristas armados” que atacan a Siria, su gente y su infraestructura.
El departamento gubernamental aseguró que el bombardeo se produjo durante una visita a Damasco del enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, lo que interpretó como un reflejo de la “indiferencia” de Washington hacia el papel internacional en la resolución del conflicto.
“Esta descarada agresión es un nuevo episodio en la serie de ataques constantes del Ejército israelí, la denominada Coalición Internacional (liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico), la ocupación turca y aquellos cometidos por organizaciones terroristas”, sentenció, al enumerar a sus enemigos.
El Pentágono explicó que el bombardeo se llevó a cabo en respuesta a los recientes ataques contra las tropas estadounidenses y de la coalición internacional que lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico en Irak, así como de “continuas amenazas” contra este personal.
Hace 10 días, un soldado estadounidense resultó herido y un contratista murió en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, tras el impacto de varios proyectiles, tres de ellos en el aeropuerto de la capital.
Los ataques contra instalaciones estadounidenses en Irak han aumentado desde que Estados Unidos matara en enero de 2020 al comandante iraní Qasem Soleimaní, mediante un bombardeo selectivo en Bagdad, una acción muy criticada por las fuerzas políticas iraquíes y por las milicias pro iraníes del país.
Con información de Latinus