Los restos del Papa emérito fueron trasladados esta mañana desde el Monasterio Mater Ecclesiae hasta el Altar de la Confesión; permanecerán allí 3 días
Redacción
CIUDAD DE VATICANO.- El primero en entrar, a las 8.50 horas, en una basílica vaticana aún cerrada al público y con las luces tenues, fue el Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella.
Con él estaba su hija Laura. Se detuvieron unos instantes en el lado derecho, con las manos juntas, para rezar y rendir homenaje al Papa emérito Benedicto XVI, cuyo cuerpo está expuesto desde hoy y hasta el 4 de enero a la veneración de los fieles en el Altar de la Confesión, exactamente igual que ocurrió con ocasión de los funerales de Juan Pablo II.
Y es precisamente en la tumba de las Grutas Vaticanas donde antes estaba enterrado Wojtyla donde será enterrado Ratzinger, según ha confirmado hoy el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
Muchos volvieron a la plaza de San Pedro esta mañana, esperando en doble fila desde primeras horas de la mañana, envueltos en bufandas y abrigos.
Las primeras estimaciones hablan de 15.000 personas. Se esperan entre 30 y 35 mil personas al día durante los tres días de exposición del féretro, del 2 por la mañana al 4 de enero por la tarde (horario hoy de 9.00 a 19.00 horas, mañana y pasado mañana de 7.00 a 19.00 horas).
Ya lo había anticipado el sábado el prefecto de Roma, Bruno Frattasi, añadiendo que para el 5 de enero, día del funeral presidido por el Papa Francisco, se espera una afluencia de unas 50-60 mil personas.