El silencio de quienes mueren de hambre grita en la conciencia de todos, advirtió
Redacción
CIUDAD DEL VATICANO.- En su visita a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), León XIV recordó que la lucha contra el hambre es “una responsabilidad compartida” que interpela a gobiernos, instituciones, empresas y ciudadanos. “Quien padece hambre no es un extraño.
“Es mi hermano y he de ayudarlo sin dilación alguna”, afirmó ante representantes diplomáticos y autoridades internacionales.
“El corazón del Papa, que no se pertenece a sí mismo sino a la Iglesia y, en cierto modo, a toda la humanidad, mantiene viva la confianza de que, si se derrota el hambre, la paz será el terreno fértil del que nazca el bien común de todas las naciones.”
Uno de los pasajes más contundentes del discurso del Santo Padre fue su denuncia del uso del hambre como herramienta de conflicto, práctica que calificó como “un crimen de guerra”.
“El silencio de quienes mueren de hambre grita en la conciencia de todos”, advirtió, recordando que el derecho internacional humanitario prohíbe atacar bienes esenciales para la supervivencia de la población.
“con dolor, somos testigos del uso continuo de esa estrategia cruel, que condena a hombres, mujeres y niños al hambre, negándoles el derecho más elemental: el derecho a la vida. Sin embargo, el silencio de quienes mueren de hambre grita en la conciencia de todos, aunque a menudo sea ignorado, acallado o tergiversado.”
El Papa lamentó que los consensos alcanzados por la comunidad internacional hayan sido “olvidados” en numerosos conflictos actuales, y llamó a “fortalecer el entusiasmo para remediar este escándalo” que atenta contra la dignidad humana:
“No podemos seguir así, ya que el hambre no es el destino del hombre sino su perdición. ¡Fortalezcamos, pues, nuestro entusiasmo para remediar este escándalo! No nos detengamos pensando que el hambre es sólo un problema que resolver. Es más.”







