¿Fin de una era? Concluye EU su misión militar en Irak

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Sobre el terreno, sólo habrá pequeños cambios, pero el hecho podría marcar una actitud diferente hacia Irak

Redacción

CIUDAD DE MÉXICO.- A principios de diciembre de 2021, el Ejército estadounidense anunció que había puesto fin a su papel de combate en Irak.

La medida se produce pocos meses después de una reunión celebrada en julio entre el primer ministro iraquí, Mustafa al-Kadhimi, y el presidente estadounidense, Joe Biden. Después, los dirigentes emitieron una declaraciónen la que anunciaban que “no habrá fuerzas estadounidenses con un papel de combate en Irak para el 31 de diciembre de 2021”.

Los expertos afirmaron que ambos habían llegado a este acuerdo para aliviar la presión sobre el gobierno iraquí. El gobierno de Al-Kadhimi es el objetivo de las milicias respaldadas por Irán, conocidas como Fuerzas de Movilización Popular (PMF) en Irak, que se oponen a cualquier presencia estadounidense en el país. Se sospecha que estos mismos grupos están detrás de los continuos ataques con drones y cohetes contra convoyes y bases logísticas estadounidenses, así como de un intento de asesinato contra el propio Al-Kadhimi.

El plan para cambiar el estatus de las tropas estadounidenses se completó antes de lo previsto. El 9 de diciembre, el asesor de seguridad nacional de Irak, Qasim al Araji, anunció que la transición a una misión de “asesoramiento, asistencia y habilitación” había concluído.

La mayoría de las tropas estadounidenses en Irak están allí como parte de la Coalición Internacional para la Operación “Inherent Resolve”, cuyo objetivo es luchar contra el grupo extremista conocido como “Estado Islámico” (EI).

 

No como Afganistán

A pesar del anuncio a bombo y platillo, los cambios no son grandes en sentido físico y están ciertamente lejos de la retirada generalizada que se ha visto en Afganistán recientemente.

Estados Unidos invadió Irak en 2003 en busca de armas de destrucción masiva y el número de soldados estadounidenses en el país ha disminuido constantemente desde entonces, desde un máximo de unos 160.000 en 2008. La situación ha evolucionado desde un primer momento en el que el Ejército estadounidense era fuerza invasora -bien recibida por algunos iraquíes, despreciada por otros- hasta una serie de acuerdos entre los gobiernos de EE.UU. e Irak que permitieron la permanencia de tropas bajo ciertas condiciones.

Actualmente, hay unos 2.500 soldados estadounidenses en Irak, junto con unos 4.500 contratistas del Departamento de Defensa. También hay unos 1.000 soldados de los demás países de la coalición estacionados en Irak. Unos 130 son de Alemania.

 

No hay fin a la vista

Incluso después de la transición recientemente anunciada, es poco probable que el número de tropas estadounidenses cambie mucho, según confirmó el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, en una conferencia de prensa a principios de este mes.

“Se trata de un cambio de misión, no necesariamente de un cambio de postura física”, dijo Kirby a los periodistas. Se trata de una “evolución natural” basada en los acuerdos alcanzados con el gobierno iraquí y en el trabajo que ya se venía realizando desde hace meses, explicó.

Pero ha habido algunos cambios y estos han sido continuos. Las tropas estadounidenses se retiraron de ocho bases que pensaban que podían ser vulnerables a los ataques de las FMP, según declaró a DW Caroline Rose, analista del think tank Newlines, con sede en Washinton: “Vimos una serie de traslados de bases, pero se mantuvieron bastante en silencio”.

 

Asistencia aérea

“En términos prácticos, seguimos necesitando a las fuerzas estadounidenses aquí, sobre todo en lo que respecta a la protección aérea y a los aviones de combate”, declaró recientemente a DW una fuente de alto nivel dentro del gobierno iraquí, que se vio obligada a permanecer en el anonimato, ya que no tenía permiso para hablar con los medios de comunicación.

“La fuerza aérea iraquí es comparativamente débil, y si no fuera por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el país sería mucho más vulnerable a los ataques externos con drones, y también tendría dificultades para lanzar ataques aéreos contra el grupo EI”, dijo la fuente. “El Ejército iraquí también necesita la inteligencia de Estados Unidos sobre los terroristas del EI”.

“Creo que el Estado Islámico siempre jugará un papel en la política de Estados Unidos en Irak, al igual que la convicción tácita de que las tropas estadounidenses proporcionan un contrapeso a Irán”, concluyó Rose, analista del Newlines Institute.

La experta añadió que se ha producido un reciente y preocupante repunte de la actividad extremista. “Pero el otro objetivo es el desarrollo de capacidades en áreas como la ley y el orden para garantizar que en Irak no se instaure un vacío de poder, situación que el grupo IS podría explotar”.

Con información de DW

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