‘Nuestros hijos lloran por comida’

Redacción

WASHINGTON, EU.- La mayoría de las familias de la Franja de Gaza sobreviven con una comida al día y un tercio de ellas pasa días enteros sin comer como consecuencia de los continuos bombardeos israelíes sobre ese territorio palestino, informó el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Las comidas que las familias pueden obtener son nutritivamente pobres: caldos poco espesos, lentejas o arroz, un trozo de pan o a veces sólo una combinación de hierbas y aceite de oliva conocida como duqqa.

Los adultos suelen saltarse comidas para dejar más para los niños, los ancianos y los enfermos. Aun así, desde enero, una media diaria de 112 niños han sido ingresados por desnutrición aguda.

“[Cuando mis hijos se despiertan por la noche con hambre] les digo: ‘Bebed agua y cerrad los ojos’. Me rompe. Yo hago lo mismo: beber agua y rezar por la mañana”, dijo un padre.

Arriesgar la vida por alimentos

Debido a esta extrema escasez de alimentos, los habitantes de Gaza se ven obligados a arriesgar la vida a diario para acceder a pequeñas cantidades de comida. Desde el 27 de mayo, 549 palestinos han muerto y 4066 han resultado heridos intentando acceder a alimentos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.

“La mayoría de las víctimas han recibido disparos o han sido bombardeadas al intentar llegar a los puntos de distribución estadounidenses-israelíes instalados a propósito en zonas militarizadas”, declaró Johnathan Whittall, jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en los Territorios Palestinos Ocupados.

Desde finales de mayo, la Fundación Humanitaria para Gaza, respaldada por Estados Unidos e Israel, ha estado distribuyendo ayuda en la Franja, pasando por alto a la ONU y las ONG establecidas.

Según la ONU, los palestinos que solicitan ayuda a la Fundación Humanitaria se enfrentan a amenazas de disparos, bombardeos y estampidas.

“No queremos estar ahí fuera. Pero, ¿qué otra opción tenemos? Nuestros hijos lloran por comida. No dormimos por las noches. Caminamos, esperamos y confiamos en volver”, dijo un palestino al PMA.

Sistemas al borde del colapso

El prolongado conflicto y los bombardeos han llevado al borde del colapso casi todos los sistemas de servicios de Gaza.

Como consecuencia de la escasez de combustible, sólo el 40% de las instalaciones de agua potable funcionan y el 93% de los hogares se enfrentan a la inseguridad del agua.

La escasez de combustible también afecta negativamente a la prestación de servicios médicos, ya que los equipos médicos y el almacenamiento de medicamentos dependen de la electricidad.

Por primera vez desde la reanudación de la entrada limitada de ayuda el 19 de mayo, nueve camiones con artículos médicos descargaron suministros en el lado israelí del paso fronterizo de Kerem Shalom el miércoles.

Desplazados, una y otra vez

Desde la reanudación de los bombardeos israelíes en Gaza, el 18 de marzo, tras 42 días de alto el fuego, más de 684.000 palestinos han sido desplazados. Y para casi todos ellos no es la primera vez.

Con más del 82% de Gaza designada como zona militarizada israelí o sometida a una orden de desplazamiento, hay pocos lugares, y mucho menos seguros, a los que puedan acudir los nuevos desplazados.

Se han visto obligados a refugiarse en campos de desplazados superpoblados, en refugios improvisados, en edificios dañados y, a veces, simplemente en las calles. Las escuelas han dejado de ser edificios de aprendizaje para convertirse en refugios.

“Las escuelas se han convertido en refugios vacíos, desprovistos de cualquier elemento de un entorno de aprendizaje seguro”, afirma Kamla, profesora de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en Nuseirat.

Según Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General, todos estos refugios están experimentando un rápido deterioro de sus condiciones como consecuencia de la insuficiencia de materiales de refugio.

“No ha entrado material de refugio en Gaza desde el 1 de marzo, antes de que las autoridades israelíes impusieran un bloqueo total de la ayuda y de cualquier otro suministro durante casi 80 días”, declaró en una sesión informativa reciente.

“Aunque posteriormente se ha permitido la entrada de algunos productos en pequeñas cantidades, las tiendas, la madera, las lonas y cualquier otro material de refugio siguen estando prohibidos”.

La ONU y sus socios tienen 980.000 artículos de refugio preparados para enviar a Gaza una vez que las autoridades israelíes concedan la autorización.

‘Símbolos de esperanza’

Desde el comienzo de la violencia en Gaza, UNRWA ha seguido trabajando sin descanso para proporcionar apoyo a los palestinos desplazados y heridos.

“A pesar de todo, los ojos y las esperanzas de nuestra comunidad siguen fijos en nosotros. El personal de UNRWA no es un mero proveedor de servicios. A los ojos de la gente de Gaza, somos pilares de resistencia, salvavidas de estabilidad y símbolos de esperanza”, dijo Hussein, un trabajador de UNRWA en la ciudad de Gaza.

Pero como la escasez de combustible continúa y sólo pequeñas cantidades de ayuda humanitaria: alimentos, medicamentos, y materiales de refugio, se filtran a través del paso fronterizo de Kerem Shalom, la labor de los trabajadores de UNRWA y de otros organismos humanitarios en Gaza es cada vez más insostenible.

“Hemos perdido todas las herramientas necesarias para trabajar, así que hemos tenido que adaptarnos”, dijo Neven, un trabajador psicosocial de UNRWA en Jan Yunis.

A pesar de sus esfuerzos, los bombardeos y la devastación de Gaza continúan, los niños pasan hambre y algunos incluso expresan pensamientos suicidas.

“Le dije a mi hija que su difunto padre está a salvo, comiendo y bebiendo con Dios”, dijo una madre. “Ahora, llora todos los días y dice: ‘Tengo hambre y quiero ir con mi padre porque tiene comida para alimentarnos’”.