El nacimiento de la paz verdadera que exige la responsabilidad personal de amar, perdonar y solidarizarse con quienes sufren
Redacción
CIUDAD DEL VATICANO.- En su mensaje Urbi et Orbi, el Papa León XIV nos invita a reflexionar sobre el verdadero significado de la Navidad: la llegada de Jesús al mundo como luz, esperanza y paz para la humanidad.
La liturgia de la Misa de medianoche celebra este acontecimiento con palabras que resuenan profundamente: “Alegrémonos todos en el Señor, porque nuestro Salvador ha nacido en el mundo. Hoy, desde el cielo, ha descendido la paz sobre nosotros”.
Un Llamado a la Paz Global
El mensaje del Papa no se limita a la espiritualidad individual; también es un llamado a la paz mundial. El Pontífice recuerda la situación de Medio Oriente, Ucrania, América Latina, Myanmar, Sudán, Haití y otras regiones afectadas por conflictos, violencia y catástrofes naturales. Pide que los líderes políticos y la comunidad internacional trabajen por la reconciliación, el diálogo y la justicia, siempre con la inspiración del Niño Jesús.
Solidaridad con los Más Necesitados
El Papa enfatiza la identificación de Cristo con quienes sufren: los pobres, los migrantes, los refugiados, los jóvenes desempleados, los explotados y los presos. Nos recuerda que abrir nuestro corazón a ellos es abrirlo al mismo Jesús, quien nos invita a compartir su paz y amor. En sus palabras: “El Nacimiento del Señor es el Nacimiento de la paz”.
Una Navidad de Esperanza
León XIV concluye su mensaje recordando que la Navidad nos ofrece un regalo permanente: Cristo hecho hombre, que viene a salvar, no a condenar. Su llegada no es efímera, sino para quedarse, sanar heridas y traer descanso al corazón humano. La invitación del Papa es clara: vivir la Navidad no solo como celebración, sino como compromiso concreto con la paz, la justicia y la fraternidad.




