La basura no sólo mantiene inundados los lotes baldíos, sino del área conocida como ‘Las Águilas’ y el mismo bulevar con un trayecto de 500 metros de desechos
Jorge Quevedo
ALTATA, Sin.- Las playas de la zona conocida popularmente como “residencial” del puerto de Altata se encuentran inundadas de basura, desechos originados principalmente por turistas en lo que apenas es el periodo vacacional de verano.
La basura evidentemente afecta a la casa de descanso del gobernador del estado, quien durante fines de semana, periodos de descanso o vacacionales utiliza en esta ala poniente ubicada a penas a 100 metros del acceso al puerto.
La basura no sólo mantiene inundados los lotes baldíos, sino del área conocida como “Las Águilas” y el mismo bulevar con un trayecto de 500 metros de plásticos, cortes de madera, trozos de cartón, residuos de mariscos, materiales sobrantes de la construcción y desperdicios de casa como latas, vidrios y hasta pañales.
En los lotes baldíos de la zona residencial los malos olores son a toda hora, pese a que en el lugar hay una veintena de negocios como expendios de cerveza, restaurantes y otros establecimientos comerciales.
De acuerdo a dos fuentes cercanas a personal de Aseo y Limpia de la sindicatura de Altata, el presunto origen del problema estriba en la falta de material de trabajo para el personal como escobas, palas y otros utensilios que el Ayuntamiento de Navolato dejó de suministrar.
Una de las mujeres que se dedica al aseo en el puerto, y quien omitió su nombre, aseveró que las escobas que emplean para las labores de trabajo las tienen que traer de su casa o comprarlas ellas mismas dada la falta de suministros.
Los vecinos de las áreas afectadas indicaron que la acumulación de basura en las calles de Altata se ha agudizado en los últimos meses y los tiraderos clandestinos de basura se han multiplicado de forma evidente ante la falta de regulación y vigilancia del Ayuntamiento de Navolato.
Aunado al problema de la basura, el mal manejo de los residuos sólidos en Altata terminó por convertir vialidades adoquinadas en calles repletas de arena ante el deficiente retiro habitual de la misma en los últimos meses.
