Apoyados por grupos de todo tipo de poder, son caja chica de gobiernos locales
Redacción
NAVOLATO, Sin.- Los módulos de riego se convirtieron en un nido de corrupción donde prevalecen los cacicazgos y la red hidroagrícola está en pésimas condiciones.
No hay hasta hoy, una planeación de proyectos de infraestructura que ayuden ahorrar el preciado líquido, mucho menos obras de gran calado como en antaño se hicieron para beneficio de los usuarios, señaló la publicación Red Hidroagrícola en Sinaloa en la revista digital Código Abierto Sinaloa.
Escrita por el líder de Campesinos Unidos de Sinaloa, Ramón Gallegos Araiza, señaló que la Comisión Nacional del Agua se deslindó de la participación como órgano rector en las tomas de decisiones más importantes para el mejoramiento del servicio.
Sus funciones plasmados y avalados por ellos mismos en los estatutos que rigen a las asociaciones de usuarios y las concesiones otorgadas, ha dejado inerme a los productores permitiendo a los módulos el incremento constante de las cuotas por servicio, encareciendo los costos de producción al productor, sin el ofrecimiento de mejorar los servicios, destacó.
En el estado de Sinaloa en los distintos módulos de riego el aumento del costo del servicio de agua ha sido tan elevado que encontramos precios fluctuantes desde los 850 hasta 3 mil 500 pesos por hectárea, refiere.
Gallegos Araiza comentó que peor aún son la permanencia de las directivas de dichos organismos que van de los 6 hasta 24 años apoyados por grupos de todo tipo de poder, y complacencia de los gobiernos locales por servir así a sus intereses políticos utilizándolos como caja chica, sin contar que se bajan recursos del gobierno federal a través de las mismas sin ser auditados.
Se necesitará de la intervención del gobierno federal en apoyo a los usuarios para erradicar las viejas prácticas de corrupción de los gobiernos neoliberales que dejaron como mala herencia a quienes trabajamos la tierra y servimos los alimentos de las familias mexicanas, señaló.
“Estas prácticas corruptas llevaron a la privatización del agua beneficiando sólo a pequeños grupos de la élite agrícola y exterminando a los usuarios del sector social llevando con ello al rentismo y casi desaparición de los ejidos y la descomposición del tejido social de las comunidades rurales por falta de oportunidades”, finalizó.







