Las tres opciones son posibles, puesto que, aunque la OMS no tenga pruebas que confirmen que el virus se pueda propagar a través de las superficies, no lo descarta y por eso recomienda la limpieza y desinfección de los objetos para evitar males mayores. Sea por un motivo u otro, lo cierto es que el coronavirus vuelve a estar circulando por China, el foco original de la pandemia.

CIERRE DEL MERCADO

Por eso, la reacción de las autoridades no se ha hecho esperar. La primera decisión que tomó la alcaldía de Pekín fue cerrar el mercado de Xinfadi. El centro, situado en el suroeste de Pekín, ocupa 20.000 metros cuadrados y aporta el 90 por ciento de fruta y verdura fresca de la ciudad, lo que le convierte en el principal mercado agrícola del país. Se calcula que unas 10.000 personas diarias pasan por el mercado entre empleados, propietarios y asistentes. De hecho, todos los trabajadores tendrán que someterse a una prueba diagnóstica de coronavirus para determinar si han sido contagiados.

VECINOS CONFINADOS

Pero no ha sido la única medida que se ha tomado para contener la expansión del virus. Este lunes estaba previsto que los alumnos entre 6 y 8 años volvieran al colegio en Pekín, pero ante este rebrote se ha pospuesto sin fecha el regreso. Además, se ha cancelado todo el transporte público y ya son 21 los complejos residenciales aledaños a la zona los que han sido confinados para contener el rebrote. En un primer momento, se puso en cuarentena a 11 urbanizaciones, pero ahora el Gobierno local de Pekín ha añadido 10 más.

Pekín había rebajado su nivel de alerta sanitaria en las últimas semanas, pero este rebrote cambia sus planes. Ahora, además de testar al máximo número de personas posible, iniciará las tareas de limpieza y desinfección del mercado, aunque no descarta seguir tomando medidas para controlar el rebrote y evitar una gran segunda oleada de contagios.