Tres sindicaturas con alta población en Navolato son la radiografía más clara de un problema que parece interminable
Jorge Quevedo
NAVOLATO, Sin.- A pesar de la batalla contra los basurones clandestinos los malos hábitos de la ciudadanía no terminan. Tres sindicaturas con alta población en Navolato son la radiografía más clara de un problema que parece interminable.
En Datillos hay detectados dos basurones, uno debajo del puente que comunica a Dautillos y uno más cercano a la playa. Lo mismo sucede en Altata, otro basurón producto de desechos del pueblo.
El síndico municipal de Altata, Adrián López Lasseter, aseguró que el servicio de recolección de basura en su jurisdicción es regular. El problema, dice, la reincidencia de la ciudadanía en seguir depositando la basura en áreas irregulares.
En Villa Juárez, advierte la síndica Nelly Fabiola Carrillo, son los lotes baldíos de las 39 colonias de la ciudad más poblada del municipio, sólo por debajo de Navolato.
El principal problema se focaliza en Villa Bonita, al norte de la zona urbana. Los drenes como el Caimanero, reciente fue limpiado retirando principalmente llantas y hasta sillas plásticas.
En San Pedro, de acuerdo al síndico municipal Luis Alberto López Quevedo, el basurón clandestino más grande de la zona ya fue retirado: ubicado en Los Arredondo. Al menos tres toneladas de basura y escombros desaparecieron.
En Balbuena, un basurón clandestino fue localizado sobre lado poniente del puente que atraviesa la autopista Benito Juárez. Al igual que en Villa Juárez, las principales zonas de incidencias son los canales de riego, zonas anexas a las mismas o zonas agrícolas.
El municipio por su parte ha reiterado que mantiene un servicio regular en las siete sindicaturas, aunque las advertencias de violaciones a la ley local no han sido suficientes para contrarrestar la situación.
