Se acercan al estatus de dinastía con una victoria remontando por 5-4 en un Juego 7 de la Serie Mundial

Redacción

TORONTO.- El lugar donde aterrizó la pelota fue familiar para este estadio en este contexto. Pero el sonido predominante mientras Will Smith rodeaba las bases fue el del silencio.

El vuelacercas solitario de Smith que les dio la ventaja ante Shane Bieber en la parte alta del capítulo 11 silenció a los Azulejos y a la multitud del Rogers Centre la noche del sábado, mientras los Dodgers rompían corazones y se acercaban al estatus de dinastía con una victoria remontando por 5-4 en un Juego 7 de la Serie Mundial que estuvo a la altura de su gran cartel y mereció su propio mes en el calendario de MLB.

Los Dodgers son bicampeones, gracias tanto a Smith, quien dio el primer jonrón en extrainnings en un juego de ganar o irse a casa en la Serie Mundial, como al venezolano Miguel Rojas, quien empató las acciones con su batazo en el 9no, cuadrangulares heroicos prácticamente al mismo punto donde Joe Carter alguna vez le dio el título de Toronto.

Y también gracias al incansable Yoshinobu Yamamoto, el JMV de la Serie Mundial, quien vino a relevar sin días de descanso y dejó varado al corredor del empate en tercera en la parte baja del 11mo.

El mexicano Alejandro Kirk bateó un rodado para doble play, que los Dodgers concretaron para poner fin al juego antes de reunirse en una pila cerca del montículo para una merecida celebración al concluir un épico Clásico Otoñal.

“Hombre, este es un grupo especial de muchachos”, dijo Smith. “Simplemente nunca nos rendimos, seguimos luchando, lanzando con todas nuestras fuerzas, bateando, tomando grandes turnos, y finalmente dimos el golpe.

Hermano, esa fue una pelea de siete juegos: ese es un equipo realmente bueno de los Azulejos de Toronto. Oh, hermano. Simplemente estoy emocionado. No hay nada mejor que esto”.

Los Azulejos estuvieron muy cerca de ganar su primer título desde que Carter y compañía lo ganaron todo en 1992 y 1993, pero en cambio fueron los Dodgers el primer club en las Grandes Ligas en defender con éxito el título desde los Yankees de 1998-2000.

El bambinazo de Rojas para empatar el la pizarra ante el cerrador de Toronto, Jeff Hoffman, en el inicio del noveno acto convirtió este en apenas el sexto Juego 7 en la historia –y el primero desde el clásico entre Cachorros y Cleveland en 2016– en irse a entradas extras. Fue un final apropiado para una Serie Mundial en la que estos dos equipos se habían agotado en los 18 episodios en el Juego 3.

El duelo final fue el béisbol en su máxima expresión, dos equipos igualados que recorrieron toda la distancia en la Serie Mundial y en el Juego 7 también para determinar el campeón.

Los Dodgers, favoritos al comenzar la serie, terminaron teniendo que sacar todos los recursos –y todos los abridores– para derribar a un duro equipo de Toronto que estuvo a solo dos outs de la gloria.

El cuadrangular de tres carreras de Bo Bichette ante Shohei Ohtani en el tercero hizo vibrar el Rogers Centre, y Ernie Clement se deslizó en el home con una valiosa carrera de seguro en el sexto inning tras un doble del venezolano Andrés Giménez, solo dos entradas después de que las tensiones se dispararan y los dugouts y bullpens se vaciaran cuando Giménez fue golpeado por un lanzamiento.

Los Dodgers, sin embargo, encontraron las respuestas en los innings finales y en el extrainnings.

Este Juego 7 enfrentó a dos futuros miembros de Cooperstown comprometidos el uno con el otro: Ohtani lanzando con poco descanso, después de, ya saben, también ser bateador designado la noche anterior, y Max Scherzer, a sus 41 años, convirtiéndose en el abridor de más edad en la historia de un Juego 7.

Así que nadie esperaba que se produjera una segunda edición de lo que hizo Jack Morris en 1991 (aunque Morris, junto con Paul Molitor, hizo un lanzamiento de honor ceremonial).

Aun así, fue fascinante ver a estas luminarias intentar salir adelante en el Juego 7 durante el tiempo que sus mánagers se lo permitieran.

Scherzer inmediatamente cedió un sencillo de Ohtani para abrir el primero y registró algunos outs batazos fuertes en los dos primeros innings, pero fue Ohtani quien parpadeó primero al conceder el bambinazo de Bichette que lo sacó del juego.

Un acto antes de su heroico jonrón, Bichette había abierto el segundo con un boleto y avanzado a segunda con un sencillo de Addison Barger. Pero dos outs más tarde, cuando Clement conectó su hit número 28 de la postemporada, Bichette, todavía limitado por la rodilla izquierda tocada que lo había dejado fuera de los rosters de la SDLA y la SCLA de los Azulejos, solo pudo avanzar a tercera. Le costó una rayita a Toronto, ya que Ohtani ponchó a Giménez con las bases llenas.

Sin embargo, en el tercero, Bichette no necesitaría correr. Ohtani permitió un sencillo de George Springer para abrir la entrada, quien se movió a segunda con un toque de sacrificio de Nathan Lukes. Con la primera base abierta, Ohtani –en un cambio de roles, después de que él mismo había recibido un boleto intencional cinco veces en esta Serie– le dio uno al dominicano Vladimir Guerrero Jr.

Así llegó Bichette, el agente libre pendiente que junto con Guerrero fue una piedra angular desde que subieron como prospectos en el 2019. Mientras Guerrero está asegurado de por vida, el futuro de Bichette con los Azulejos es desconocido. Excepto que ahora será recordado aquí para siempre por lo que le hizo contra el slider de Ohtani.

Bichette destrozó la pelota, 442 pies al jardín izquierdo-central, luego la vio volar mientras se movía lentamente hacia primera y soltaba enfáticamente el bate. Fue el tercer jonrón más largo de la carrera de Bichette y el segundo más largo que ha permitido Ohtani, cuya noche en el montículo había terminado.

En cuanto al sonido en el Rogers Centre mientras Bichette trotó al home con la ventaja de 3-0, bueno, eso no se puede calcular. Pero incluso con el techo arriba, probablemente se pudo escuchar al otro lado de la frontera en Buffalo.

Sin embargo, se necesitaría mucho más que eso para ganar este partido.

Scherzer se metió en un atasco con bases llenas en el cuarto acto, pero el mánager John Schneider confió en que el veterano saldría del mismo, y todo lo que Scherzer permitió fue el elevado de sacrificio del dominicano Teoscar Hernández al jardín central que puso la pizarra 3-1. El episodio mostró la gran defensiva de los Azulejos, con Daulton Varsho haciendo una excelente atrapada de clavado en el central ante la línea de Hernández para evitar el extrabases, y Guerrero haciendo un gran jugada en territorio de foul ante una línea de Tommy Edman para escapar del inning.

Las cosas se pusieron tensas en el cierre del cuarto, cuando el relevista de los Dodgers, Justin Wrobleski, lanzó tres pitcheos consecutivos altos y pegados a Giménez. Cuando el último golpeó a Giménez, él y Wrobleski se encararon, y ambos dugouts se vaciaron. Se emitieron advertencias a ambos equipos.

Aunque los Dodgers seguirían presionando al fabricar otra carrera ante Chris Bassitt con un elevado de sacrificio en la parte alta del sexto, Giménez, quizás canalizando su emoción anterior, le dio a los Azulejos la separación necesaria en el cierre del episodio.

Después de que Clement, quien establecería un nuevo récord de hits en una sola postemporada (31), abriera con un sencillo ante Tyler Glasnow y se robara segunda, Giménez conectó un doble de línea al jardín derecho, y Clement perdió su casco mientras corría al home y se deslizaba quieto para poner el marcador 4-2.

Los Azulejos recurrieron al novato Trey Yesavage para proteger esa ventaja en el séptimo, y, después de darle boleto a Ohtani, recibió ayuda de su defensa cuando Guerrero fildeó un rodado de Freddie Freeman e inició con un impresionante doble play 3-6-3 para terminar el inning.

Jugadas como esa fueron monumentales en un duelo reñido y emocionante, digno de su estatus de Juego 7. Yesavage permitió un jonrón de Max Muncy al jardín derecho en el octavo y poner el juego 4-3, pero rápidamente se sacudió eso para retirar a Hernández con el segundo out del episodio antes de entregarle el juego a Hoffman para una oportunidad de salvado de cuatro outs.

Hoffman retiró a Edman con un rodado para terminar el octavo, y ponchó al puertorriqueño Hernández haciendo swing para el primer out del noveno.

Pero después de llevar la cuenta a tope, Rojas añadió otra capa de drama a esta épica Serie Mundial con su bambinazo solitario al jardín izquierdo. Mientras la pelota caía aproximadamente en el mismo lugar que el famoso cuadrangular de Carter en 1993, el dugout de los Dodgers estalló y la multitud local calló.

Era un juego nuevo al llegar al cierre del noveno.

“Sí, no estaba tratando de conectar un jonrón”, aseguró Rojas. “Creo que este es mi primer cuadrangular contra un lanzador derecho en todo el año, y llegó en la parte más importante de mi vida y mi carrera, frente a estos fanáticos y la ciudad de L.A. y mis compañeros de equipo. Realmente no puedo describir ahora las emociones que siento, no solo comenzando el juego, sino dando la oportunidad de traer a Yamamoto para otra actuación espectacular. Ese tipo es todo lo que puedes pedir. Tengo que poner a mis compañeros de equipo delante de mí porque no habría podido hacer lo que hice hoy sin la confianza de Doc (Dave Roberts), mis compañeros de equipo y todos los que creyeron en mí”.

Aunque el intento de Guerrero, el primer bate del noveno inning, de coronar su épica postemporada con un jonrón de oro murió justo frente a la pista de seguridad en el central, Bichette apareció de nuevo con un sencillo con un out ante el abridor de los Juegos 1 y 5, Blake Snell, para preparar la mesa. Barger luego recibió un boleto, y los Dodgers recurrieron a otro de sus abridores –Yamamoto, que había brillado en los Juegos 2 y 6– con precisamente cero días de descanso.

Yamamoto inmediatamente golpeó a Kirk con un lanzamiento para llenar las bases. Varsho conectó un rodado a segunda base, pero Rojas sumó otro momento a su gran juego con una tremenda jugada, disparando a home a tiempo para retirar al corredor emergente Isiah Kiner-Falefa. Una revisión de replay confirmó el out.

Y cuando Clement fue a batear con dos outs y le dio un batazo largo al jardín izquierdo-central, el cubano Andy Pagés pudo correr y hacer la atrapada a pesar de chocar con su compañero Enrique Hernández para poner fin al inning y enviar el juego a extra innings.

Los Dodgers llenaron las bases con un out en el 10mo contra el domincano Seranthony Domínguez. Pero Pages dio un rolling al short y Giménez hizo un tiro perfecto a home para forzar a Mookie Betts con el segundo out. Luego, cuando Kike Hernández bateó un rolling al lado derecho, Guerrero lo fildeó y lanzó a Domínguez cubriendo en primera justo a tiempo para que Domínguez pusiera su pie izquierdo en la almohadilla e hiciera el tercer out.

El estadio exhaló, momentáneamente.

Pero después de que Yamamoto mantuvo a los Azulejos en silencio en el cierre del episodio 10, Toronto recurrió al abridor Bieber en el 11mo. Bieber consiguió los dos primeros outs, pero colgó un slider sobre el medio para Smith, quien hizo swing con fuerza y grabó para siempre su nombre en la historia de cctubre.