Este domingo los Tigres afrontan el encuentro con una ventaja 1-0 frente a un ávido club esmeralda
Redacción
CIUDAD DE MÉXICO.- El futbol mexicano ha sido un producto patentado por el principal consorcio de medios de comunicación de su país. Televisa ha hecho de este deporte su mayor espectáculo.
Su único rival en audiencia era TV Azteca, antes Imevisión. Entre ambas cadenas se repartían las finales de la Liga MX, hasta que el León irrumpió. Este domingo cuando dirima el campeonato frente a los Tigres — quienes ganaron la ida 1-0 — será la primera final transmitida por un canal de televisión de paga que no pertenece a Televisa.
El León, uno de los clubes de larga tradición en México con siete Ligas ganadas, dio una vuelta de tuerca a la hegemonía de Televisa y TV Azteca que habían copado el futbol. En 2012, su directiva decidió negociar sus derechos de transmisión con un tercer solicitante, Fox Sports.
El equipo esmeralda era apoyado en esos años por el magnate Carlos Slim quien en 2017 decidió vender sus acciones. Ha sido hasta este año cuando el conjunto leonés afronta un dilema: ser solo vistos por un 44 % de los mexicanos que cuenta con el servicio de televisión de paga, según una aproximación del Instituto Federal de Telecomunicaciones de México (IFT).
La última final, entre los populares América y Cruz Azul fue vista, de acuerdo con cifras de HR Media, por 37,6 millones de televidentes en dos partidos transmitidos Televisa.
En 2017, las Chivas de Guadalajara montaron su propio sistema de transmisión de partidos a través de su plafatorma web lamada Chivas TV. Sin embargo, y de manera paralela, pasaban sus juegos a través del canal de paga TDN, propiedad de Televisa, empresa con la que habían terminado su vínculo en ese año y con la que compartieron la final que jugaron contra los Tigres.
La final de León-Tigres será la primera que no será difundida por las dos principales cadenas mexicanas, e incluso como alternativa se podrá ver por Internet.
Más allá del lío de derechos de transmisión, una presa codiciada, el partido entre el León y los Tigres supone el choque entre dos estilos. El de los últimos representa una anomalía para el fútbol mexicano. Ricardo Ferretti ha dirigido a los de Nuevo León desde hace nueve años, de manera ininterrumpida con cuatro Ligas de seis posibles.
Es el único proyecto de largo aliento con réditos y, sin embargo, tiene fecha de vencimiento: el 2021. Su juego, sin ser excesivamente vistoso, ha sido el más efectivo en la última década en su país. El club se ha autodenominado como el “equipo de la década”.
Con informació de El País