El dictamen que dio origen a las letras doradas fue aprobado en sesión ordinaria el 7 de noviembre de 2019
Redacción
CULIACÁN, Sin.- El Congreso del estado de Sinaloa develó en el Muro de Honor del Salón de Sesiones, la divisa con letras doradas “Al Movimiento Estudiantil de 1968, 2 de Octubre No se Olvida”, como un signo de reconocimiento, homenaje y justicia de los sinaloenses hacia las víctimas de esos sucesos.
En la develación de las letras doradas, estuvieron las diputadas, Graciela Domínguez Nava, Roxana Rubio Valdez y el diputado Sergio Jacobo Gutiérrez, presidentas, de la Junta de Coordinación Política, Mesa Directiva y coordinador del grupo parlamentario del PRI, respectivamente.
Presentes también Enrique Inzunza Cázarez, presidente del Supremo Tribunal de Justicia y de Gonzalo Gómez Flores, Secretario General de Gobierno, representante del titular del Poder Ejecutivo del Estado.
En Sesión Solemne realizada este viernes, a 52 años de esos hechos, diputadas y diputados de distintos partidos políticos recordaron lo que también se conoce como “La Matanza de Tlatelolco” y se pronunciaron porque nunca más se vuelvan a repetir esas escenas.
El dictamen que dio origen a las letras doradas fue aprobado en sesión ordinaria el 7 de noviembre de 2019, siendo elaborado con dos iniciativas: una de Morena, que propuso la frase 2 de Octubre No Se Olvida y la segunda por el PRI, quien planteó Al Movimiento Estudiantil de 1968.
En la fundamentación del dictamen se reconoció que la aportación del movimiento estudiantil a la vida nacional representó un acto fundacional del México Contemporáneo al generarse a partir de entonces la búsqueda de una profunda transformación en la vida política, cultural, social y educativa de nuestro país tendiente a fortalecer las libertades, la democracia y el desarrollo.
En la sesión de este viernes, Graciela Domínguez Nava, coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena, recordó que en aquel día “el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz asesinaba estudiantes, los encarcelaba, los desaparecía”.
Las víctimas, precisó, exigían justicia para el pueblo, democracia y libertad.
“Aquellos acontecimientos fueron tristes porque fue una emboscada a una multitud pacífica y alegre que dejó muchos cadáveres ese día en la Plaza de Tlatelolco y en otras plazas y escuelas en los meses previos,”, recordó.