22.1 C
New York
lunes, mayo 19, 2025
Reporte18

Que la Iglesia sea un faro que ilumine el mundo: Papa

Pronuncia su primera homilía en la misa con los cardenales e inmediatamente indicó el camino que debe seguir la Iglesia

Redacción

CIUDAD DEL VATICANO.- Entre aquellos frescos en los que Jesús juzga al mundo, en la Capilla principal del Palacio Apostólico, la Sixtina, que en la bóveda muestra a Dios creando al hombre, León XIV pronunció su primera homilía en la misa con los cardenales e inmediatamente indicó el camino que debe seguir la Iglesia, partiendo de las palabras del apóstol Pedro que reconoce en Cristo “al Hijo de Dios vivo”.

El Papa exhortó a un compromiso personal con Dios, en “un camino cotidiano de conversión”, y después se dirigió a la Iglesia, para que juntos se viva “la pertenencia al Señor” y se lleve “la Buena Noticia a todos”.

Las primeras palabras

En el mismo lugar donde ayer fue elegido 267º Pontífice, y donde pronto se desmontaron mesas y enseres del Cónclave para dejar paso al altar y a las sillas de los cardenales, León XIV comenzó a hablar improvisadamente, en inglés, dirigiéndose a sus “hermanos cardenales” que le habían llamado “al ministerio de Pedro”, “a llevar la cruz y a ser bendecido con esta misión”.

“Sé que puedo contar con cada uno de ustedes -dijo- para caminar conmigo mientras continuamos como Iglesia, como comunidad de amigos de Jesús, como creyentes para proclamar la buena noticia, para anunciar el Evangelio”.

Hoy no es fácil dar testimonio del Evangelio

En su texto, pues, el Pontífice mira al mundo, consciente de la realidad en la que los cristianos están invitados a llevar la Palabra de Dios.

Hoy también son muchos los contextos en los que la fe cristiana se retiene un absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes, contextos en los que se prefieren otras seguridades distintas a la que ella propone, como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer.

Hablamos de ambientes en los que no es fácil testimoniar y anunciar el Evangelio y donde se ridiculiza a quien cree, se le obstaculiza y desprecia, o, a lo sumo, se le soporta y compadece. Y, sin embargo, precisamente por esto, son lugares en los que la misión es más urgente.

El mundo que nos ha sido confiado

Existe “la falta de fe” que “a menudo lleva consigo dramas” como “la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia, la violación de la dignidad de la persona en sus formas más dramáticas”, enumeró el Pontífice, que no olvida “la crisis de la familia y tantas otras heridas que acarrean no poco sufrimiento a nuestra sociedad”.

Y hay también “contextos en los que Jesús, aunque apreciado como hombre, es reducido sólo a una especie de líder carismático o superhombre”, y esto “no sólo entre los no creyentes, -subrayó León XIV- sino incluso entre muchos bautizados, que de ese modo terminan viviendo, en este ámbito, un ateísmo de hecho”.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimos artículos