El proceso, que arrancó este lunes en Nueva York, tiene una serie de medidas de seguridad extraordinarias debido a la peligrosidad y antecedentes del capo.
El Financiero
ESTADOS UNIDOS.- Lo acusan de haber participado de un modo u otro en decenas de asesinatos, de usar su cártel para ingresar de forma ilegal más de 200 toneladas de cocaína a Estados Unidos e incluso de dirigir una enorme operación desde la cárcel. Esto cuando Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán no estaba ocupado escapándose de algún penal, algo que hizo dos veces.
El pedigrí delictivo, casi mítico, del capo, extraditado a Estados Unidos en 2017 para ser juzgado por numerosos delitos, genera preocupación y provocó que se tomaran numerosas medidas de seguridad para su juicio que arrancó este lunes.
El proceso inició con la selección de los miembros del jurado en la Corte Federal de Brooklyn, mientras que los alegatos iniciales están programados para el próximo martes 13 de noviembre.
Sin embargo, las autoridades tienen una lista de preocupaciones respecto al juicio.
Amenazas de muerte para silenciar a testigos
Los fiscales estadounidenses dicen que Guzmán tenía la costumbre de ordenar el asesinato de cualquiera que se le cruzase en el camino en su época de capo indiscutido del Cartel de Sinaloa.
Ahora quienes se le están cruzando son una cantidad de testigos que sobrevivieron a la era de violencia y que se prevé ofrezcan detalles de la forma brutal mediante la que mantuvo el poder durante 20 años en el mundo del narcotráfico.
Los abogados del ‘Chapo’ afirman que los testigos son los verdaderos malandrines y que no se puede confiar en su testimonio.
Los nombres de estos testigos, la mayoría de los cuales están presos, han sido tachados en los documentos del caso debido a que los fiscales afirman que es imperioso proteger sus identidades porque su cooperación generará la irá de un cártel conocido como vengativo.
De acuerdo con los documentos, algunos están siendo alojados en celdas especiales y otros se acogieron a programas de protección de testigos.
La lista de personas que pueden asomar como testigos es larga. Dos posibilidades llamativas son los mellizos Pedro y Margarito Flores, traficantes que operaban en Chicago e hicieron negocios con ‘El Chapo’ antes de ser arrestados en 2008.
Ambos aceptaron cooperar y grabaron conversaciones con el capo sobre el tamaño de los cargamentos que eran enviados en barcos y aviones.
En una grabación, una voz identificada como la de Joaquín Guzmán pregunta: “¿Cuánto puedes vender en un mes?”.
Los hermanos pagaron un precio muy caro por haber traicionado al ‘Chapo’: los fiscales aseguraron que su padre fue asesinado en el 2009 en México por sicarios del cártel.
Un juzgado convertido en una fortaleza
En las vistas previas al juicio se observaron a agentes de la policía federal fuertemente armados y perros que detectan bombas patrullando los alrededores de la Corte Federal de Brooklyn.
Todo aquél que quisiese asistir por un motivo u otro a las vistas debía pasar por un detector de metales en la entrada del edificio y otro ubicado en la entrada del juzgado.
El juez Brian Cogan aceptó el pedido de los fiscales de que no se dé a conocer la identidad de los jurados, una medida típica de los casos que involucran a mafiosos o terroristas, en los que estos pueden ser intimidados.
Los jurados serán escoltados por agentes al entrar y salir de la corte y no estarán a la vista del público durante las sesiones.
Los fiscales indicaron que el cártel de Guzmán “emplea sicarios que han cometido cientos de actos de violencia, incluidos asesinatos, agresiones y secuestros”.
La vigilancia sobre ‘El Chapo’
Cuando Guzmán fue llevado a Nueva York, las autoridades decidieron que debían tenerlo bajo un régimen de aislamiento en un pabellón de alta seguridad de una cárcel federal de Manhattan por donde han pasado conocidos terroristas y mafiosos.
Se tomó en cuenta el hecho de que Joaquín Guzmán solía dar instrucciones desde adentro de los penales y se fugó dos veces de cárceles mexicanas. La segunda lo hizo usando un túnel de 1.6 kilómetros que llegó hasta la ducha de su celda.
Esto representó un dilema logístico para las autoridades: El caso está siendo revisado en un tribunal de Brooklyn… del otro lado del East River, en la ciudad de Nueva York.
En las vistas preliminares, se cerró el acceso al puente de Brooklyn cada vez que Guzmán tenía que ser trasladado al juzgado, en una caravana que incluía un equipo SWAT y una ambulancia, vigilados desde arriba por helicópteros.
Cogan opinó que hacer lo mismo en un juicio, que se estima puede durar hasta cuatro meses, sería una pesadilla logística y una gran incomodidad para los neoyorquinos.
El juez aseguró que habría cambios, aunque no reveló cuáles.
Se especula que una celda especial fue habilitada para ‘El Chapo’ dentro del tribunal de Brooklyn, en la que pasaría las noches durante el juicio.
